Los más pequeños de la casa ya han empezado el colegio o la guardería y es probable que en seguida empiecen con los primeros catarros.
Como ya hemos hablado en otras ocasiones los niños tienen un sistema inmunitario en crecimiento, no del todo desarrollado, por lo que les hace más vulnerables a las infecciones respiratorias.
Según comentan los pediatras, las gripes y resfriados son un motivo de consulta muy habitual ya que muchos padres se preocupan al ver que no logran que sus hijos estén sanos durante unas pocas semanas.
Lo más importante es la prevención:
º Aumentar en su dieta, en la medida de lo posible, el consumo de alimentos ricos en vitaminas y minerales, frutas como fresa, naranja, limón y verduras frescas.
º Evitar que los más pequeños compartan chupetes o bebidas y alimentos.
º Debemos hacer que se laven las manos con frecuencia.
º Enseñarles a que se tapen la boca al toser y estornudar y así evitar que lo hagan en la cara de otros niños.
º Podemos ayudar a reforzar sus defensas con Echinácea, se recomienda en niños a partir de tres años y como preventiva se suele utilizar durante quince días, consulta a tu farmacéutico.
º Si nuestro hijo está acatarrado debemos dejar que se quede en casa para que se recupere y además evitaremos que contagie a otros niños.
